¿Qué es más movilizante que la experiencia del enamoramiento?
Empieza como una fiesta, se llega bailando, embriagado, levitando. De ello dan fe las confesiones de los enamorados.
¿Es una apuesta o una decisión?
Y eso es del mapa de cada quién
¿Cómo juzgarlo?
Y en todo caso ¿Para qué?
De lo que se hablará es de las consecuencias. El mundo interno se expresa poderosamente, es esa verdad que cuesta mirar. El juicio de realidad no admite todas esas emociones.
¿Y qué te cuento?
Esa gran manifestación, a ratos ilógica e incoherente, encuentra en consulta un buen lienzo para expresarse. Historizar la memoria del alma suena bonito, es poético realmente, y es un hecho al cabo de tu sesión psicoterapeútica.
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Cuánta vida en una cafetería. ¡Un desafío!
Es de Thomas Kakareko
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